Inicio » Geosfera » Relieve terrestre: definición, características, tipos y ejemplos

Relieve terrestre: definición, características, tipos y ejemplos

Relieve terrestre
Relieve terrestre

Definición de relieve terrestre

El relieve terrestre es el conjunto de formas variadas, como rugosidades y deformaciones, que adopta la corteza terrestre, originadas por movimientos de las placas tectónicas o por la acción de agentes externos: lluvia, viento, olas del mar y hasta el hombre, durante largos períodos de tiempo, que lo erosionan y lo modelan.

Los agentes internos que originan el relieve terrestre, relacionados con la tectónica de placas, son los procesos de diastrofismo y vulcanismo. Los agentes externos que modifican el relieve terrestre son la erosión y el intemperismo.

La tectónica de placas es la teoría que trata de explicar que la corteza terrestre está fragmentada en veinte grandes pedazos llamados placas tectónicas que se mueven continuamente.

El diastrofismo son las transformaciones rocosas de la corteza terrestre. Entre los procesos de diastrofismo, creadores del relieve terrestres, están la epirogénesis y la orogénesis. La epirogénesis está relacionada con los movimientos lentos de ascenso y descenso de porciones grandes de corteza terrestre, mientras que la orogénesis se relaciona con los movimientos horizontales de la corteza terrestre que dan origen a la formación de montañas y cordilleras.

El vulcanismo es el conjunto de procesos y fenómenos propios de los volcanes. Los volcanes, así como los sismos o terremotos, están íntimamente relacionados con la tectónica de placas. En su mayoría, los cambios que se producen en el relieve terrestre son lentos; sin embargo, existen algunos cambios que son producidos de forma rápida como, por ejemplo, los más notables y espectaculares son los sismos y las erupciones volcánicas, que constituyen acontecimientos rápidos.

La erosión es el desgaste que experimenta la superficie terrestre como consecuencia de la acción de agentes dinámicos como ríos, lluvias, aguas subterráneas, glaciares, mares, viento y hombre. Son considerados agentes dinámicos porque de ellos depende el desgaste ocasionado, el transporte y el depósito de sedimentos.

El intemperismo es un proceso a través del cual las rocas experimentan desintegración y, en consecuencia, su alteración física y química por la acción de agentes estáticos que afectan la superficie terrestre. Se divide en intemperismo físico (desintegración de las rocas sin alteraciones físico-químicas) e intemperismo químico (transformación del material original de las rocas en nuevas combinaciones químicas).

Características del relieve terrestre

Entre las características del relieve terrestre se tienen:

– Existencia de grandes áreas planas y estables que han experimentado la erosión hasta casi el nivel del mar.

– Presencia de regiones elevadas de rocas deformadas que constituyen los cinturones montañosos.

– Las áreas llanas y estables se sitúan por regla general en el interior de los continentes.

– Los cinturones montañosos jóvenes tienden a ser largos y estrechos y se ubican en los márgenes continentales.

– Tiene una influencia fundamental y de gran alcance sobre las formas de actividad humana (por ejemplo, modo de vida de las poblaciones, con todo lo asociado a esto).

– Ejerce también considerables influencias geográficas indirectas (por ejemplo, posibilidad de desarrollar e intercambiar diversas actividades económicas y culturales).

– En el fondo de los océanos y mares el relieve es tan accidentado y diverso como el de los continentes.

– Determina en gran medida el clima de una región.

Tipos de relieve terrestre y ejemplos

Existen diversos tipos de relieve terrestre y pueden agruparse de acuerdo a su ubicación y sus formas.

Relieve terrestre según su ubicación

Relieve Continental: Representado por el conjunto de irregularidades, partes elevadas y deprimidas, que presenta la corteza terrestre en su superficie. Se forma por medio de un proceso de construcción y destrucción de sus elementos durante millones de años. Dentro del relieve continental se encuentran montañas, mesetas, llanuras y depresiones.

Relieve Oceánico: Constituido por el manto de tierra depositado en el fondo de los océanos y por relieves asociados a la profundidad. También se denomina relieve marino, submarino o lecho oceánico. En el relieve oceánico, de acuerdo a su profundidad, se encuentran la plataforma continental (de 0 a 200 m), el talud continental (de 200 a 500 m) y la llanura abisal (de 500 a 11.000 m). Además, existen relieves como las fosas oceánicas asociadas con las zonas de subducción, las zonas insulares y las cordilleras submarinas, asociadas a las dorsales oceánicas.

Relieve terrestre según sus formas

Montañas: Son cualquier masa terrestre que por su altura (mayor a 700 metros) sea distinguida sin problemas, con respecto a sus alrededores. Cuando están agrupadas son denominadas cordilleras, sistemas o sierras, excepto cuando se trata de volcanes. Como ejemplo, la cordillera del Himalaya, en Asia Central, es la más elevada del mundo. Un grupo de montañas no alineadas formando un gran bloque es un macizo. Cuando son montañas viejas las que predominan, se observan colinas, lomas u oteros.

Mesetas: Conocidas también como altiplanicies. Son tierras llanas o con presencia de suaves ondulados, la altitud media es de 650 m sobre el nivel del mar. Entre las más elevadas de la Tierra están las mesetas de Tíbet y Pamir, en Asia.

Llanuras: También se denominan planicies. Son grandes extensiones de terrenos planos con algunas ondulaciones localizados en zonas de tierras bajas con menos de 200 metros sobre el nivel del mar o en los fondos de los valles. Normalmente siguen la línea costera de los océanos y cuerpos de agua interiores así como el margen de los ríos. Como ejemplo se cita a la Gran Llanura Europea, cuya extensión abarca desde los Montes Urales hasta las costas de Francia y es una de las más importantes.

Depresiones: Cuencas continentales de la corteza terrestre formadas por espacios cuyo nivel está por debajo del terreno circundante. Existen dos tipos:

1. Las que ubicadas por debajo del nivel del mar pero en tierra firme, como por ejemplo el Mar Muerto, entre Israel y Jordania, o el Mar Caspio, entre Europa y Asia.

2. Las ubicadas sobre el nivel del mar pero limitadas por tierras de una altura mayor, por ejemplo, en México están la cuenca del Río Balsas y la depresión o Bolsón de Mapimí.

Autores consultados

  • Aguilar, R. A. (2004)
  • Ideas Books S. A. (1997)
  • Manzur G., L. G. y Ungson A., L. R. (2015)
  • Rosario M., J. W. (2014)
  • Strahler, A. H. y Strahler, A. N. (1989)
  • Tarbuck, E. J. y Lutgens, F. K. (2005)

Publicado

en

por

Etiquetas:

Comentarios

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *