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Bosque mediterráneo, clima, flora y fauna. Dónde encontrarlo

Bosque mediterráneo
Miguel Angel Masegosa Martínez/CC BY 2.0

Los árboles son territorios extensos dominados por formaciones vegetales arbóreas que ocupan diferentes latitudes del globo, con un rol preponderante a nivel ecológico, económico, científico, cultural y recreativo. Dependiendo de las características geográficas, climáticas y biológicas pueden existir diferentes tipos de estos ecosistemas importantes, uno de ellos lo constituye el bosque mediterráneo, tema de estos párrafos, en los que detalla su definición, características y ubicación a nivel mundial.

¿Qué es el bosque mediterráneo y cuáles son sus características destacadas?

De manera generalizada se puede definir al bosque mediterráneo como aquella extensión de árboles o formaciones vegetales leñosas, autóctonas y capaces de regenerarse naturalmente, que se encuentran localizadas en regiones con clima mediterráneo, es decir, aquellas comprendidas entre los 30 y 40° de latitud geográfica. Las principales características que describen a estos espacios forestales son las siguientes:

Clima

El ambiente del bosque mediterráneo está caracterizado por tener bien diferenciados los periodos, los inviernos son de bajas temperaturas, oscilantes entre los 10° y hasta los 17 bajo cero, en base a la ubicación geográfica, por lo que resultan bastante fríos y húmedos. Durante el otoño y la primavera el régimen de lluvias es cuantioso, con un rango anual variable (desde los 100 nm hasta los 2500 nm, también en relación a la ubicación) y los veranos son generalmente secos, con temperaturas elevadas (que pueden llegar a la cifra de 38° en el mes más caluroso) y pueden oscilar entre 2 a 6 meses.

El clima es de transición entre las regiones tropicales y las templadas, con un promedio de temperaturas entre aproximadamente los 5°C y los 18.

Suelo

Es heterogéneo dependiendo de la ubicación geográfica, algunos pueden ser rojos, pardos, grises, entre otros, con la característica común de su fragilidad, ya que resultan susceptibles a la erosión.

Flora

Las formaciones arbóreas del bosque mediterráneo son distintivas por aspectos como la esclerofilia de sus láminas foliares y que son principalmente perennes, con especies como la encina (Quercus rotundifolia) y el acebuche (Olea europaea), siendo la primera la más representativa de estos ecosistemas, aunque en algunas circunstancias pudiera estar acompañada o reemplazadas por especímenes como el alcornoque (Quercus suber), el algarrobo (Ceratonia siliqua), o el haya (Fagus sylvatica), entre otros. Otras de las características que puede presentar la flora de este bioma es la de tener flores de pequeñas dimensiones, por lo general unisexuales, poco resaltantes y con frutos de tipo carnosos con unidades germinativas (semillas) de gran tamaño.

El sotobosque del bosque mediterráneo posee mayor diversidad biológica y él constituye lo que se conoce como matorral mediterráneo, donde predominan arbustos de consistencia leñosa, de variadas dimensiones, como lo son los madroños (Arbutus unedo), agracejos (Berberis vulgaris) y durillos (Viburnum tinus), entre otras especies importantes, también se observan algunas lianas.

Este matorral mediterráneo ha alcanzado en algunos lugares grandes extensiones de hectáreas gracias a la destrucción del bosque, propiciada bien sea por los incendios consecutivos o por la expansión de las actividades agropecuarias (causas antropógenicas), es por ello que el matorral también es una formación vegetal característica del bosque mediterráneo.

Fauna

El bosque mediterráneo también se caracteriza por brindar resguardo, alimentos y cobijo a una gran variedad de animales tanto invertebrados (insectos, arañas y muchos otros) como vertebrados (aves, mamíferos, anfibios y reptiles) tanto en entre los troncos y ramas como aquellos que prefieren el suelo de estos espacios.

Aves como el águila real, el buitre, el buitrón, la tórtola, el búho real, entre otras; mamíferos como las ardillas, cabras, jabalíes, conejos, comadrejas, etc; reptiles como el lagarto ocelado, salamanquesa, víbora hocicuda, tortuga mediterránea, entre otros y anfibios como el sapo de espuelas, el tritón jaspeado, la salamandra, el gallipato, la rana, entre otros, son algunos de los especímenes que destacan en estos biomas dependiendo de la ubicación geográfica. El bosque mediterráneo también puede albergar variedad de peces como: el samuare, lucio, siluro, congrio, etc. Algunos ejemplares de la fauna del bosque mediterráneo se encuentran amenazados, por lo que resulta imprescindible cuidar estos ambientes.

Incendios forestales recurrentes

El bosque y el matorral mediterráneo también tienen como peculiaridad los incendios consecuentes que se generan en él, debido a los veranos con su clima seco y caluroso, por lo que la biodiversidad habitante tiene que estar adaptada a estas condiciones. La flora imperante poseen aspectos o adaptaciones que le permiten sobreponerse a esta característica, como lo es: la consistencia de las cortezas, que algunas presentan elevado grosor para la protección, el potencial de rebrote y la necesidad de elevadas temperaturas para que las semillas de algunas especies salgan de la dormancia y puedan germinar.

Dónde se encuentra el bosque y matorral mediterráneo a nivel global

Aunque es normal que se asocie el bosque y matorral mediterráneo con aquellas formaciones arbóreas ubicadas en la cuenca mediterránea (en las que ocupa grandes extensiones del territorio español, con un aproximado del 75%), estos ecosistemas también es posible encontrarlos en otras 4 regiones del planeta, que cumplen con la definición y las características antes mencionadas, a pesar de la gran variedad existente.

Esas regiones son: en el continente americano, en California (al Norte) y Chile (al Sur), en Sudáfrica y en Australia. Así, por ejemplo, en la cuenca mediterránea se ubican grandes bosques de pinos, encinares y alcornoques; en Sudáfrica están los llamados fynbos, con formaciones arbustivas dominadas por especies de proteáceas; en Australia se localizan bosques de eucaliptos como el karri y el jarah; en Chile espinares y en California gigantes sequoyares que pueden alcanzar hasta los 100 m de altura, todos con gran belleza paisajística.

Autores consultados

  • Alberto, J. (2009).
  • Díaz, F. (2013).
  • Ferris, M. (2016).
  • Gómez-González, S. (2018).
  • M´Hirit, O. (1999).
  • Marañón, T. (2004).
  • Valladares, F.; Camarero, J.; Pulido, F.; Gil-Pelegrin, G. (2004).

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