Inicio » Plantas » verduras » Tomate, Solanum lycopersicum, características de la planta y fruto

Tomate, Solanum lycopersicum, características de la planta y fruto

Tomate, Solanum lycopersicum
Tomate, Solanum lycopersicum
Frédérique Voisin-Demery/CC BY 2.0

Características generales de la planta del tomate

El tomate constituye un tipo de planta terrestre, cuyo fruto es de gran valor económico en el mundo, gracias al consumo bien sea en fresco, o en distintos tipos de preparados que se efectúan con él. Su cultivo se realiza en cualquier época del año, gracias a la importancia que ha adquirido, tanto en campo abierto, como en lugares semiprotegidos o protegidos durante la estación lluviosa.

El tomate pertenece al filo Tracheophyta, clase Magnoliopsida, orden Solanales, familia Solanaceae, género Solanum, especie Solanum lycopersicum. Existen otros sinónimos desde el punto de vista científico con los que es o era conocida esta planta, como: Lycopersicon lycopersicum, Lycopersicon esculentum, Amatula flava, Solanum pseudolycopersicum, Solanum spurium, entre otros. Comúnmente también se le llama tomatera, jitomate o tomato.

El lugar nativo del tomate presenta controversia en la bibliografía, algunos piensan que provino de la región Andina y de allí se esparció al resto del Nuevo Mundo; otros estiman a México como el país donde fue su génesis.

Características morfológicas de Solanum lycopersicum

La planta del tomate es de tipo herbácea, perenne, o con ciclo anual. Aproximadamente su altitud oscila entre los 50 y los 200 cm. Solanum lycopersicum presenta un aroma peculiar proveniente de los pelos glandulares que posee en su cuerpo. En las próximas líneas se presentan los aspectos característicos que distinguen cada una de las partes de la planta (raíz, tallo, hojas, flor, fruto y semilla).

Raíz

El sistema radicular de Solanum lycopersicum está conformado por una raíz central o principal y raíces secundarias. También posee raíces adventicias potentes y abundantes. Las raíces contienen pelos en su epidermis, que aumentan la absorción de agua y nutrientes para la planta.

Tallo

Al ser herbácea (ver plantas herbáceas), el tallo de la planta del tomate es de color verde, con una anchura de entre 2 y 4 cm, es pubescente y anguloso. Esta planta está formada por un tallo principal y varios tallos secundarios, pero el tipo de crecimiento puede no ser uniforme, así, puede presentarse tanto determinado como indeterminado o ilimitado.

Hojas

Las hojas de Solanum lycopersicum son compuestas y variables en base a las condiciones ambientales. En general, su lámina foliar está integrada por varios foliolos, cuyo número puede ir desde 7 hasta 12, cada uno de ellos es peciolado. Los foliolos de las hojas del tomate poseen un tamaño de 0,4 y 6 cm por 0,3 y 4 cm generalmente. La forma del borde puede ser dentada, rizada o lisa. El peciolo mide desde 2,5 hasta un poco más de 6 cm.

Las hojas del tomate poseen pubescencia y presentan un color verde por la cara adaxial y son más opacas, en tonos grises por la abaxial. Las hojas de S. Lycopersicum se disponen alternas en el tallo.

Flor

La planta presenta inflorescencias que pueden ser de tipos distintos, tanto cimas como racimos. La inflorescencia está formada por numerosas flores, orientadas en forma opuesta, que pueden ir desde 2 a 12 o incluso llegar a tener más de 30. La floración puede ocurrir en forma sucesiva, por lo que dependiendo de la etapa de desarrollo, en una misma inflorescencia se pueden encontrar tanto flores como frutos al mismo tiempo.

Las flores del tomate son completas y hermafroditas, ya que presentan cáliz, corola, androceo y gineceo. El cáliz es de color verde, pubescente en la parte externa, está formado generalmente por cinco o seis sépalos persistentes. La corola es de color amarillo, formada comúnmente por cinco o seis pétalos. El androceo está integrado por cinco o seis estambres con anteras amarillas unidas formando un tubo. El gineceo de S. Lycopersicum se encuentra rodeado por los estambres. El pistilo de la flor puede tener dos segmentos o más.

Las flores son pequeñas, con un diámetro generalmente de 2 cm y poseen un pedicelo corto. Esta planta es polinizada por insectos, aunque también puede efectuar autopolinización.

Fruto y semilla

El fruto de la planta Solanum lycopersicum es carnoso, de tipo baya, color rojo brillante y en cuyo interior se encuentra dividido en dos o más lóculos, siendo la máxima división 18. Los tamaños son heterogéneos entre los distintos cultivares, por lo general, oscilan entre un poco más de 1 cm hasta aproximadamente 15 cm de diámetro.

La forma del fruto del tomate también carece de uniformidad en las variedades, así podemos encontrar tomates globosos, alargados, achatados, forma parecida a la pera, oblada, con un epicarpio liso. El mesocarpio es grueso. En el endocarpio se encuentra embebidas las semillas, las cuales son numerosas. Las semillas son de forma achatada u ovalada, miden aproximadamente 0,5 por 0,4 por 0,2 cm.

Valor nutritivo y propiedades del tomate

En cuanto al nivel nutritivo, el tomate parece en primera instancia un alimento poco nutritivo, si solo se toma en cuenta su valor de proteínas, carbohidratos y grasas. Pero su importancia radica en otras moléculas que propician salud al ser humano. Entre ellas tenemos: los carotenoides como el ß-caroteno (provitamina A) y el licopeno; vitaminas como el ácido ascórbico (vitamina C) y el tocoferol (vitamina E); compuestos fenólicos (flavonoides y derivados del ácido hidroxicinámico); lectinas y minerales (el potasio, manganeso, cobre, calcio y zinc), todas ellas indispensables para los procesos fisiológicos.

Al igual que otros frutos tipo baya, que son carnosos, el agua ocupa la mayor parte del tomate (alrededor del 95%), y también tiene como constituyente la fibra (aproximadamente en un 1%).

Todas estas moléculas presentes en el tomate le confieren propiedades promotoras de salud. El consumo genera defensas al cuerpo frente a diferentes infecciones bien sean en boca, nariz, garganta, vista u órganos internos. También, Solanum lycopersicum es ideal para el sistema digestivo, además de contribuir al buen estado de dientes y encías.

Otra de las propiedades promotoras salud, es el potencial antioxidante que posee el tomate y su contribución en la elaboración y mantenimiento del colágeno, además de que pueden inhibir compuestos mutagénicos y cancerígenos, depuran radicales libres y sustancias oxidantes que causan enfermedades. De igual manera se ha reportado su potencial antiinflamatorio y antipirético.

Biografía consultada

  • Fornaris, G. (2007)
  • Hassler, M. (2019)
  • López, L. (2017)
  • Montoya, C. (2017)
  • Notario-Medellín, C.; Sosa-Morales, M. (2012)

Publicado

en

por

Etiquetas:

Comentarios

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *